Los viernes deberían gustarme ya que es uno de los días mas relajados, pero todo lo contrario, me desperté abatida y cansada, pero por fin, había pasado el día y me fui a la cama, cuando me desperté cogí mi móvil y vi unos cuantos mensajes de WhatsApp, eran todos de la misma persona, Lucía. Los leí, decía que tenía algo importante que decirme, no sabía que responderle, como no tenía el doble clic azul del WhatsApp, nadie sospecharía de que lo hubiese leído. Eran las 11:00 Lucía seguía petándome el móvil, hasta que me atreví a preguntarle cualquier cosa, quedamos lo mas rápido posible, me vestí lo mas rápido posible y salí como un rayo de casa, sin que mi madre se diese cuenta. Empezamos a pasear y ella me contó lo sucedido con Xabi, yo no sabía como aconsejarle. Por una parte si le decía que solo querría que fuesen amigos puede que se enfadase con ella y si le decía que si le quería, puede que luego pasase algo parecido como con Sara, así que cuando me preguntó:
-¿Qué crees que debería hacer?
Me quedé un rato pasando la información de un lado a otro y lo que respondí fue:
-Emmm... pos... emmmm... no se.
Justo entonces paso Sara con sus amigas intentando animarla. Se sentaron justo en el banco que nos ibamos a sentar. Parece que lo hiciesen a posta para llamar la atención o algo por el estilo.
-¡No me puede hacer esto a mi, no sabe con quien se mete, no puede cortar conmigo, en todo caso yo tendría que cortar con el!
-Es estúpido ¿cómo puede dejar a una persona como tu?-la animó una de sus secuaces.
-Exacto, tiene que tratarse de alguna broma o simplemente será retrasado.-otra de sus secuaces.
Parecía que las pagasen por hacer la pelota, una de las secuaces nos dijo.
-¿Qué.... acaso no la vais a animar?
Lucía empezó a enfurezerse yo intenté disimular diciendo:
-Emmm... no tenemos tiempo, esque tenemos que ir a comer a casa de una amiga.
Allí se quedó la cosa...
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