Hoy por la mañana me he despertado a las ocho y cinco y casi llego tarde a clase. No he llegado tarde a clase porque como tengo practica en correr he llegado perfecta. A primera hora hemos tenido ingles. No es que hayamos echo muchos ejercicios ya que el profesor es tan majo que nos pone canciones para practicar el inglés.
Mientras le tocaba a Manuel, un compañero de mi clase, a sonado la canción de Love me like you do. Como me encanta cantar pues la he cantado en bajo hasta que el profesor se ha dado cuenta y me ha mandado cantar delante de toda la gente. He pasado una vergüenza terrible, pero me he dado cuenta de que la cara que se le ha quedado a Sara era de risa. Le he dado una envidia terrible.
En el patio, como siempre, he ido a jugar a fútbol. En los primeros minutos de partido estábamos empatados a cero, pero en el minuto veinte, Xabi y yo hemos subido a la otra portería pasándonos la pelota mutuamente. Llegamos a la portería y Xabi me ha pasado el balón, entonces yo he chutado lo mejor que he podido y he metido gol. Al meterlo él ha venido hacia mi y ¡¡¡me ha abrazado!!! En ese instante me he sentido la chica más feliz del mundo. No me lo podía creer pero así a sido.
Lo malo viene en la hora de gimnasia. El profesor es un pervertido, todo el día mira las partes intimas del cuerpo de la mujer. Y no se corta ni nada. Entonces me he dado cuenta mientras corría que lo estaba haciendo, me he girado mientras corría y de pronto he metido el pie en un agujero del poli y me he torcido el pie. Me he caído, como no, y me he roto el talón de Aquiles. El profesor a llamado a la ambulancia y me han llevado al hospital. El medico me ha dicho que tengo que estar un mes sin poder hacer ejercicio. No podré hacer fútbol. Es la peor pesadilla de mi vida.
Mi mejor amiga, ya se presentará ella, me ha llevado a casa los deberes y también me ha dado una nota de Xabi. En ella ponía:
Espero que te recuperes pronto Lu. No te preocupes que ya que no podrás jugar a fútbol te voy a dedicar los goles que meta ¿Te parece? Hasta mañana.
Al leer la nota se me ha olvidado completamente lo del tobillo. No me esperaba ninguna cosa parecida pero me ha echo mucha ilusión. Espero que mañana tenga algo más interesante que contarte. Adios.
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